¿Cómo está la situación en … las Filipinas?
3 abr 2020
Te llevamos a nuestras diferentes áreas de operación. Allí tampoco se escapa al Covid-19. ¿Qué consecuencias ven de esta pandemia? ¿Cuál es su mayor temor y dónde encuentran esperanza? Hablamos con colegas y socios y compartimos sus historias aquí.
Covid-19 y las Filipinas
El 30 de enero, una primera persona da positivo por Covid-19 en las Filipinas. El 1 de febrero, una segunda persona muere por los efectos del virus. El 9 de marzo se declarará el estado de emergencia, las medidas de cuarentena para Manila y, por extensión, la isla entera de Luzón seguirá el 15 y 16 de marzo. Las autoridades locales pueden poner en cuarentena otras áreas o no, dependiendo de las infecciones confirmadas.
Las cifras oficiales de Filipinas se pueden encontrar aquí, con una actualización diaria a través de Facebook a las 4 p.m. hora local (es decir, 10 a.m. hora belga).
Una conversación con nuestros socios nos enseña sobre los "poderes especiales" del Presidente, cómo la solidaridad y la violencia van de la mano en la sociedad, y cuál es el peligro real, más grande que el Covid-19, de un hambre progresiva y un sistema de salud dudoso.
¿Por qué no una solución médica a una crisis médica? ¿Por qué están habilitados los militares y la policía? ¿Por qué una cuarentena estricta con innumerables puntos de control que dificultan mucho el comercio? ¿Por qué no hacer los máximos esfuerzos para proteger a los trabajadores de salud? ¿Dónde queda el apoyo del gobierno al abastecimiento alimentario y la subsistencia de vida?
¿Señor Presidente, qué hace Ud.?
La confianza en el presidente Duterte es muy frágil, cuando se dirige al pueblo, surgen más preguntas que respuestas. Ciertamente no es un brillante ejemplo de confianza, sino un blanco de ridículo en las redes sociales después de su declaración sobre cómo "rechazaría" el virus.
A pesar de esto, el 24 de marzo, el Presidente recibió poderes especiales (poderes de emergencia) del Parlamento filipino para luchar contra el Covid-19. Por ejemplo, fue puesto a cargo de hospitales y empresas privadas y, por lo tanto, se le permite elegir, el transporte de pacientes e imponer a las empresas que prioricen la producción de suministros médicos. También puede reorganizar los fondos del gobierno. Hasta la fecha, se ha mantenido con la promesa de asignar estos fondos a las medidas de Covid-19, pero queda esperar los efectos concretos de esto.
Voces críticas de círculos progresistas cuestionan los nuevos poderes que recibió el presidente Duterte. Temen el abuso y la corrupción.
Es sorprendente ver que los políticos y las personas con influencia tienen privilegios para acceder a pruebas y asistencia médica, a pesar de que a menudo no cumplen con los protocolos de cuarentena impuestos.
"Nos llegan escalofriantes historias de abuso: los militares y la policía encierran a los infractores de las reglas en casetas de perros, les dan una buena paliza o les obligan a sentarse al sol del mediodía".
Los pobrecitos de la crisis
Las personas ‘comunes’ ya son las mayores víctimas de esta crisis en Filipinas. Los agricultores sufren grandes problemas de movilidad: no pasan los puntos de control a tiempo para vender sus productos en el mercado, y además, incluso se hace difícil llegar a sus campos para cosechar sus productos porque desde hace poco se necesita un pase especial.
Además, 11 millones de personas están empleadas en la economía informal en Luzón. Cuentan con su salario todos los días y no tienen reservas de ahorro. Muchos de ellos, por razones económicas, regresarán a sus lugares de origen debido a las medidas de cuarentena que clausuraron por completo las grandes ciudades.
Algunas autoridades locales satisfacen las necesidades básicas de estos pobres (o lo intentan). Esto proviene de sus presupuestos locales y se estima que no durará mucho tiempo. Los fondos del gobierno que el presidente Duterte asignará son, por lo tanto, muy esperados.
Se estima que al menos 18 millones de hogares necesitarán alimentos.
La mayoría de las verduras y frutas están producidas localmente, pero sin embargo existe cierto temor que haya suficiente alimentación. Los agricultores ya no están en sus tierras o en el mercado, las fábricas de procesamiento de alimentos funcionan a medias fuerzas porque el transporte público está parado y los trabajadores no llegan a la fábrica. Algunas importaciones se han parados: Tailandia y Vietnam, por ejemplo, ya han dejado de exportar arroz. Es cínico observar que desde el año pasado Filipinas se ha centrado más en la dependencia de las importaciones de arroz a través de la nueva ley muy disputada sobre la liberalización del mercado del arroz.
Muchos filipinos no podrán comer una dieta saludable y variada en las próximas semanas.
Sistema de asistencia médica
El actual sistema de salud filipino no está preparado para una crisis de esta magnitud. Los pacientes ya están siendo enviados a casa sin atención debido al "exceso de capacidad alcanzado". Además, existe una grave escasez de equipos de protección personal para el personal de salud. Ya 12 médicos han muerto por el virus. Se espera que esta cifra aumente en el próximo período. A pesar de las cintas rojas que puedes ver en todas partes, comparables a nuestras telas blancas belgas, también existe una persistente desconfianza e incluso discriminación hacia el personal de salud.
“El miedo a veces se hace cargo. Un enfermero estuvo atacado con un ácido mientras salió de compras. Potencialmente afectará su punto de vista. ¿Y por que? Simplemente porque es enfermero y puede portar el virus. Terriblemente y desafortunadamente no es la única historia sobre la agresión hacia los trabajadores de la salud ".
El sistema de salud en Filipinas ha sido descuidado por años. En 2016, se registró una escasez de 15.000 médicos, además, entre 2016-2019, los presupuestos de salud solo se han reducido. Además, vimos rápidamente la privatización de los hospitales públicos. Los hospitales públicos restantes están luchando con la escasez de personal y no pueden manejar la afluencia de personas enfermas. Los pacientes están enviados a casa sin investigación con solo el mensaje "auto-cuarentena".
“Hay problemas con los kits de prueba. Las personas no se hacen la prueba, mueren, y solo después de su muerte, su familia se da cuenta de que su querido murió de Covid-19. Por lo tanto, las cifras de los organismos oficiales ciertamente no son las cifras correctas".
Socios fuertes
Sin embargo, estas condiciones angustiosas no detienen a nuestros socios. Al igual que nosotros, ellos trabajan desde su casa. Se han pospuesto grandes movilizaciones, pero se han iniciado campañas en línea con gráficos de información y peticiones. Su gran temor es que esta crisis genere más opresión en lugar de proteger a las personas. La decisión de abordar esta crisis médica de forma militar levanta muchas cejas. El plan de acción nacional será dirigido por oficiales militares y policiales, anunció el presidente Duterte después de recibir sus poderes especiales. Esto solo alimenta los temores de que Covid-19 se convierta en "el nuevo terrorismo" en las Filipinas, un país ya conocido por su imagen cuestionable cuando se trata de respetar los Derechos Humanos Universales.
“En Mindanao, ya vímos en el pasado que la introducción de una ley marcial aumentó las violaciones de los derechos humanos. Estas nuevas medidas podrían tener graves consecuencias para la población y sus libertades. Ya se han denunciado muchos ataques a la libertad de expresión. Recientemente, se impuso una sentencia de prisión por la distribución de "noticias falsas". Una mujer preguntó en Facebook por qué su región no estaba recibiendo suministros de socorro (que, por cierto, era la verdad), pero el gobierno la arrestó bajo la apariencia de noticias falsas ".
Donaciones de alimentos, equipo de protección personal para los trabajadores de la salud, refugio temporal para personas sin hogar, difusión de materiales de información, líneas directas, servicios de entrega de verduras, campañas en línea y protestas ... estas son algunas iniciativas muy prometedoras tomadas por ciudadanos individuales, organizaciones de la sociedad civil y nuestros socios.
“El ‘bayanihan’ o la cultura de apoyar a los demás es el atisbo de esperanza que podemos ver durante esta crisis. La gente no solo espera ayuda del gobierno, sino que ahora actúa de manera independiente para ayudar a sus vecinos de cualquier manera.”
¿Aplaudimos esta noche a los trabajadores de la salud en las Filipinas? ¡Solidagro desea a sus astutos socios en Filipinas mucho coraje y perseverancia, buena salud y suficiente comida saludable para todos!
ACTUALIZACIÓN: Discurso de televisión - 1 de abril
En la mañana del 2 de abril, recibimos las espectaculares declaraciones del presidente Duterte: "shoot to kill” (disparen a matar). El discurso televisivo se produjo después de un incidente en San Roque donde los residentes pidieron ayuda de emergencia. La policía terminó violentamente este grito de auxilio y 21 personas fueron arrestadas.
El incidente, incluso la respuesta a posteriori del presidente, está fuertemente condenado por los grupos progresistas, así como por nuestros socios. Muchos de los filipinos también expresaron enojo por esta situación a través de las redes sociales bajo el #OustDuterteNOW.
Desafortunadamente, todo esto confirma nuestra sospecha de que Covid-19 está percibido y tratado como el "nuevo terrorismo", lo que desdibuja la línea de la humanidad.
Junto con nuestros socios, Solidagro se esfuerza por lograr sistemas alimentarios sostenibles y prácticas agrícolas que sean seguras y saludables. La agroecología es el sistema que presentamos aquí. Comer productos locales y de temporada es uno de nuestros mejores consejos. Lea más sobre esto en www.solidagro.be
Autor: Debby Deconinck, oficial de comunicaciones Solidagro, después de varias conversaciones con socios en las Filipinas. Traducción: Paul Verbeke